martes, 15 de octubre de 2013

Monasterio de San Zoilo, Carrión de los Condes, Palencia

En Carrión de los Condes cruzando el puente sobre el río Carrión, con dirección a Sahagún y siguiendo el Camino de Santiago nos encontramos el Monasterio de San Zoilo. Se supone que existe desde el siglo X pero no hay ninguna evidencia documental, más bien parece de mitad del siglo XI en el asentamiento de un pequeño centro dedicado a San Juan Bautista. Pero trajeron hasta este lugar las reliquias de tres mártires, Zoilo, Félix y el obispo Agapio, lo que hizó que se triplicara la advocación del centro. Los condes de Carrión lo recibieron de parte de manos del monarca que lo ceden a la orden de Cluny, y desde este momento alcanzaría gran esplendor.

Fue un centro religioso y politico de mucha importancia.

Desde 1991 se ha convertido en hospedería, utilizando la mayor parte del espacio, a excepción del claustro y la iglesia que si lo quieren utilizar tienen solicitar un permiso.
Desde mediados del siglo XV se independiza de Cluny y se integra a la congregación benedictina de San Benito el Real de Valladolid.
De su época románica queda pocos vestigios, con motivo de unas obras de acondicionamiento en 1993 se encontraron la portada occidental de la iglesia románica. De arco de medio punto sin tímpano, cómo las otras que hemos visto en Carrión de los Condes, con arquivoltas de factura sencilla y en una de ellas una inscripción de contenido biblíco, sujetas en unas columnas de mármol de origen romano y reutilizadas aquí.



Los capiteles están muy bien conservados.
Este nos muestra a Balaam montado en una burra y bloqueándole el paso a un ángel.









Al lado del anterior se sitúa este en el que se observa una escena de vendimiadores.











En los dos que están situado a la derecha de la puerta en uno de ellos el tema es el traslado de reliquias, actividad muy importante en la Edad Media, pues aquel monasterio que las tuviera se aseguraba gran cantidad de peregrinos y mayor poder.

En el otro capitel el tema son grifos.

En la Edad Media se utilizaban los capitales para con fines moralizantes, de enseñanza y mostrando el bien y el mal. Sus fines didácticos se deba a que gran parte de la población no sabía leer, pero a través de la escultura se les podía influir o dominar.





En la parte posterior de la nave de la iglesia  hay una colección de sarcófagos que tuvieron los restos de los Condes de Carrión.
Los más antiguos que son de finales del siglo XI y comienzos del XII están más deteriorados y las inscripciones han desaparecido.
Los del siglo XIII están más decorados y están labrados por tres o cuatro caras.

En al año 2000 se limpian las paredes y afloran las paredes que se corresponden con el templo románico, y lo más reseñable es el capitel que está embutido en el muro, y que tienen iluminado para poder observarle.

El resto de las dependencias son de épocas posteriores. Para poder entrar hay que abonar 2 euros, y se puede visitar la iglesia, claustro y demás. Pero a la salida cerca de la taquilla hay una Biblioteca, que no es de acceso libre, Biblioteca Jacobea, dedicada al estudio de todo lo relacionado con el Camino y que muy amablemente la señorita que está encargada de las entradas nos abrió. Realizan numerosas actividades dedicadas al estudio y lectura, así como conferencias, conciertos y proyecciones, todo con el Camino como tema central. Es pequeña y muy acogedora con todas las paredes y techos pintados predominando el azul y el amarillo.

A la entrada te puedes disfrazar de peregrino para la foto. Visita realizada en septiembre de 2013.


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