Barbadelo, Lugo

A 3 Km. de Sarriá, en Barbadelo, encontramos la iglesia dedicada a Santiago, en plena ruta jacobea. Se construyó en el siglo XII sobre un antiguo monasterio dependiente del de Samos, actualmente sólo se conserva la iglesia, que es la parroquia.
El camino de Santiago fue importante para que a lo largo de él se construyeran iglesias, ermitas, mesones y todo aquello que pudieran necesitar los peregrinos.
Casi toda la estructura se mantiene original, excepto el ábside que fue sustituido en el siglo XVIII por otro de planta cuadrada.

Exterior
Es un templo de una sola nave, con el ábside cuadrado y con una torre en un ángulo de la portada, que es el elemento más emblemático.

En cada muro se abre una puerta, aunque la del sur actualmente está cegada, pues hubo un derrubamiento y se cego para reforzar el muro.

La fachada principal es la que tiene una portada más interesante, se sitúa bajo un tejaroz de piedra que estuvo sostenido por seis canecillos. Está formada por tres arquivoltas dos de ellas lisas y una intermedia con ligera decoración, que sobre impostas se apoyan sobre columnas. Los capiteles están decorados con escenas zoomórficas y humanas, como personajes cabalgando o una pareja de leones devorando a un personaje. En el guardapolvo y en las impostas la decoración es un ajedrezado. El tímpano se sitúa sobre un dintel pentagonal tallado con seis círculos entrelazados en torno a un rostro animal y aparece una figura humana con los brazos abiertos.

La puerta del muro norte es más sencilla, presenta un sola arquivolta bajo un guardapolvo decorado en dientes de sierra, apoyada sobre dos columnas con capiteles decorados con escenas animales uno y el otro con rostros humanos y ramas vegetales.

Interior  

Es de una sola nave con techo de madera , está iluminada por cuatro ventanas de las cuales sólo son originales las que están orientadas al norte. Del interior lo más destacable es el acceso a la torre, que está formado por dos arcos de medio punto ligeramente peraltados sobre columas con capiteles tallados, decorados con motivos vegetales y uno de ellos con una escena de leones.

La visita está realizada en la Semana Santa de 2013, lluviosa y desapacible, al interior del templo pudimos acceder porque vino apresurado el cura a sellarnos la credencial, pues pensaba que eramos peregrinos. Muy amablemente nos la abrió, aún no siendo peregrinos. El exterior está rodeado por el cementerio y cómo nos ha pasado otras veces impide verlo en todo su conjunto, la perspectiva se limita.